Maison Margiela By the Fireplace

Cuando mi amiga me lo describió la primera vez, lo hizo como si me invitara a una tarde de invierno sentadas frente a una chimenea con el abrigo de una manta, la chimenea encendida, el aire frío allá afuera y el calor acogedor dentro. Me decía que apenas lo rociabas, notabas unas notas ahumadas, un poco de madera quemada, castañas asadas y un toque de clavo y pimienta rosa; luego aparecían la vainilla y una madera amaderada más suave que lo hacían cálido y como un abrazo en forma de aroma. Al ponértelo, según ella, no es un perfume dulce típico; es más un perfume de invierno, perfecto para días fríos, noches tranquilas, tal vez con un suéter y un té o chocolate caliente. Esa mezcla de humo, madera quemada, castaña y vainilla crea una sensación muy hogareña, nostálgica como si estuvieras envuelta en recuerdos de chimeneas, conversaciones largas y ambiente tranquilo. Ella lo define como un olor profundo, emocionante, adictivo la gente suele comentar qué bien hueles o preguntarle ¿qué perfume llevas? porque llama atención sin ser agobiante. En resumen: si buscas algo distinto, con un aire algo melancólico y reconfortante, ideal para otoño/invierno.

Esta ha sido mi fragancia invernal característica desde hace muchos años y todavía no me canso de usarla. Este es un aroma cálido que hace exactamente lo que dice en la lata y te recuerda a estar junto a una chimenea en una fría noche de invierno. La combinación de maderas y castaños con notas de malvavisco y algunas notas de resina se combina muy bien de una manera que no cabría esperar. Probablemente no sea tan adecuado para climas más cálidos, pero no lo vería como algo negativo

By the Fireplace, de Maison Margiela, te envuelve en madera ahumada y una dulce calidez de vainilla. Es reconfortante pero sofisticado, como sentarse junto a una chimenea crepitante en una noche de nieve. Un aroma hermoso y duradero que se siente como pura nostalgia, comodidad y encanto.